Ikariam, un juego de navegador diferente
¿Por qué? Bueno, hay algunas cosas que hacen que ikariam sea un juego diferente. Quien sea nuevo y lo haya probado un rato, me dirá que es mentira, porque sí, como en todos los del estilo, lo fundamental será construir edificios y realizar investigaciones, que a mayor nivel más tardan, y eso es lo que se ve al empezar. Puedes emplear a tus ciudadanos para producir recursos (madera, mármol, cristal, vino y azufre) que son los que te permitirán construir edificios y tropas. Investigar sólo cuesta tiempo, aunque a partir de cierto punto se pueden acelerar las investigaciones con cristal. En general, el sistema de investigaciones, de construcción y de producción de recursos es muy similar a todos los juegos que hay por ahí de navegador, y cada cierto tiempo tienes que conectar a cuidar de tu ciudad para seguir avanzando. Eso lo tienen todos.
Lo que creo que define a ikariam como juego único es su sistema de batallas. De hecho, hay mucha gente que define a ikariam como un juego de guerra. En mi opinión es una definición incompleta, pero que me gusta, ya que de verdad se pueden hacer guerras muy entretenidas, siendo el motivo principal por el que yo me enganché a este juego. Porque en ikariam, elaborar una estrategia ganadora es fundamental. No sólo importa tener más cantidad de tropas o de flotas que tu enemigo, sino ser más inteligente que tu enemigo.
Las batallas se juegan a tiempo real, es decir, los 15min pasan de verdad, y aunque la resolución de la ronda es automática (es el juego, evidentemente el que calcula el daño total y las pérdidas), el jugador puede elegir qué unidades entran y salen de cada ronda. De esta manera, la batalla se hace interactiva, y se hace posible luchar a base de tandas, lo que puede hacerte tener ventaja sobre el rival (puede llegar a ser mucha ventaja). Por ejemplo, lo más básico es que en la segunda línea van unidades con munición, que se agota en X rondas, por lo que lo ideal es al menos recargar segunda línea.
A la batalla pueden incorporarse todas las unidades que se quieran (teniendo en cuenta que hay un número máximo de unidades que caben en el campo de batalla), y se puede unir el jugador que quiera cuando quiera. Se pueden unir más jugadores de tu alianza, de la alianza enemiga, o algún otro jugador cotilla que vea que está saliendo humo de una ciudad.
En definitiva, ikariam es un juego de estrategia online como pocos he visto, y al que si se le da una oportunidad, se puede llegar a disfrutar mucho.