Retro Review Mass Effect: Andrómeda - Parte VI
Sin importar nuestra clase, podremos llevar y dominar distintos tipos de armas, aunque el peso de todo el equipo influye en la recarga de munición y la reutilización de los poderes. La mecánica de disparo es simplemente sensacional, es contundente y divertida, más que en la trilogía, el sistema es flexible y el que puedas saltar y correr mientras disparas es todo un punto a favor. Puedes escoger lo que quieras de cada clase, puedes ponerte un escudo biótico, pero ser un combatiente que lanza granadas, puedes ser un tirador impresionante que dispone torretas tecnológicas y su vez sorprende a los enemigos con descargas bióticas cuando menos se lo esperan. Puedes definir a tu personaje combatiente como quieras, esto es muy frenético y divertido. Los enemigos son duros, algunos son simples tiradores, otros, aunque no tienen biótica tienen ciertas descargas eléctricas o escudos muy potentes. La variedad de enemigos y las diversas tácticas que deben usarse en cada caso conformar un sistema de combate muy bien pulido y genial.
Otro punto a favor, aunque quizá muchos otros lo consideran aburrido, es la investigación, Ryder esta equipado con un escáner, que le permite analizar diversos componentes de un base o de un planeta, como rocas, flora, fauna y a los mismos enemigos. Esto además de revelarte información, te otorga puntos de tecnología que se divide en tres ramas: de la Vía Láctea, del Cumulo Heleus y de los Relictos. A medida que obtienes puntos puedes ir a la Tempest a donde tengas una base e investigar o mejorar nuevas tecnologías que se traducen en armas y armaduras nuevas. Esto es fundamental para ir bien equipados, pero a su vez fomenta la investigación y nuestro rol de explorador y pionero. Los enemigos en ocasiones también dejan caer botines o sus propias armas, pero a la larga son mejores las que tú mismo fábricas, esto también se aplica al propio Nomad, pues podremos mejorarlo, cambiar su pintura o su forma de manejarlo. Para obtener mejoras o fabricar armas y armaduras, evidentemente hacen falta buenos y en ocasiones exóticos materiales. Algunos se pueden comprar, otros los iras consiguiendo, otros se consiguen de deshuesar y desmontar armas que consigues, muchos otros los obtienes de cúmulos de minerales que hay en los planetas y obtienes lanzando sondas mineras en los lugares donde SAM te indica que hay existencia de los mismos.
La exploración de los diversos planetas de Andrómeda es muy similar a cuando usábamos al Normandía, con la diferencia de que no tendremos que reabastecerla de combustible, no se puede desembarcar en todos los planetas como de costumbre, pero lanzando sondas podremos obtener recursos o descubrir cosas interesantes. Incluso entre las estrellas o en cúmulos de basura flotante, restos de naves, asteroides y otros similares. Quizá lo más divertido para mí, además del combate era realizar las misiones secundarias de cada planeta e ir marcando y borrando puntos en el mapa, esto es algo que a mí en lo particular me gusta mucho en todo este tipo de juegos y que no necesariamente gusta a todos, puedes hacerlo o puedes no hacerlo. El juego te permite realizar solo las misiones prioritarias para avanzar en la trama si así lo deseas, por lo que en ningún momento te obliga a realizar todas las misiones secundarias ni mucho menos. Obviamente las misiones principales están mejor diseñadas, así como las misiones de lealtad, algo que se cosecha del Mass Effect 2.
