Review MediEvil 2019 - Parte II
Pero, el Brujo Zarok nunca estuvo muerto, solo había retrocedido y se habia escondido; 100 años después regresa para cobrar venganza. Haciendo uso de poderosa magia nigromantica, resucita a los muertos e invoca demonios, lava el cerebro de los ciudadanos del Reino y despierta un sin fin de horrores por todo Gallowmere, pero en su afán de poder y protagonismo, no previo que, en un mausoleo, el del “Héroe de Gallowmere” su poder despertaría a un esquelético, carismático y pintoresco Daniel, con una segunda oportunidad de redimirse y ser el héroe que en realidad nunca fue, deteniendo de una vez por todas al Brujo Zarok. Desde ese momento controlas a Sir Daniel, y todos parece recordarle su fracaso, los enemigos le subestiman, pero dentro de Daniel si existe un héroe y parte de su historia y de su fracaso inicial te anima a redimirle encarnándote en el pintoresco personaje de dientes volados, ojo saltón, voz chillona y un genio sin igual. Es la historia que nos cuentan tanto en retrospectiva como en el presente, los que nos anima a continuar para saber más, lo que cuentan los héroes de la galería, los mismos enemigos de Sir Daniel y el saber cómo este inusual héroe puede salvar el día.
Algo que me encanto, es que se conserven los lugares tal cual los recordaba en el juego original, con los mismos personajes, los mismos diálogos y hasta las mismas voces (o al menos muy parecidas) con una narrativa divertida, ingeniosa, macabra e hilarante al más puro estilo antiguo, en un entorno único y a estas alturas memorable. Esto quizá no le importe mucho a aquellos acostumbrados a los juegos actuales o aquellos que conocen el Play Station por emuladores o por retro compatibilidad (o en un museo...) Pero, aunque si bien conserva su encanto y todo aquello que lo hace tan nostálgico y único, también en gran parte estamos ante un juego completamente distinto, movido por un motor gráfico potente, con voces, sonidos e imágenes en alta definición. ¿alguien extraña los pixeles? De cierta forma algunos los hacemos. Es realmente impresionante como se ha logrado mezclar la novedad sin destruir el producto original, manteniendo elementos clásicos sin alterar.
Los escenarios y los modelos de los personajes están rediseñados, con una mayor gama de colores y formas, que obviamente comparado con el clásico lo hacen ver totalmente distinto y mejor, para los ojos acostumbrados al mundo actual. En particular, se ve grandioso, precioso en todos los aspectos, un personaje protagonista bien diseñado, vistoso y elegante. Enemigos que desbordan personalidad y detalles sobre detalles, tan minuciosos como necesarios, que marcan una diferencia en un mundo rico que hace que estos escenarios se sientan vivos y te den ganas de recorrerlos palmo a palmo. No solo a nivel visual si no también auditivo, la banda sonora es espectacular y las voces regrabadas en alta definición suenan nostálgicas y antiguas, como un recuerdo, pero con ese toque novedoso, algunas líneas de texto se han ampliado y se han añadido elementos de forma sutil para engrandecer la experiencia sin crear algo totalmente diferente. Las mecánicas, han sido reinventadas, o más reparadas. Aunque el personaje camina y corre nostálgicamente igual, usa sus armas con las mismas animaciones graciosas y torpes, aunque efectivas. Los controles han sido mejorados, pues eran uno de los puntos más flacos del juego, al punto que debías acostumbrarte a ellos y al cambio de cámaras que daba más de un dolor de cabeza a muchos. Estos detalles han sido cambiados, aunque no tanto como se esperaba, para dar una experiencia mucho más agradable y mucho más manejable a nivel de jugabilidad, sin embargo, sigue siendo molesta en zonas cerradas, donde se cambia la cámara libre a una cámara de controles tipo tanque con una perspectiva fija. No obstante, y parte de la esencia de MediEvil, es que Sir Daniel es un héroe torpe y eso se ha conservado en las mecánicas del control, no veremos un experto espadachín, sino un esqueleto desenfrenado que agita la espada de un lado a otro y que parece que le sale los golpes por suerte.