Perder la paciencia puede costarte la vida
Tu primera experiencia en World of Tanks te dejará un poco fuera de lugar: el tanque se mueve con bastante lentitud, el cañón no rota tan rápido como la cámara y los disparos tardan unos segundos en ser cargados. Si tienes la mala suerte de encontrarte a un enemigo en campo abierto, notarás que los disparos no irán siempre a donde estés apuntando, y que solo han bastado un par de ataques desde el otro lado para acabar contigo.
Todo bien, ¿No? Solo tengo que volver al garaje y... ¡Oh, vaya! El tanque está destrozado, y no podrás volver a jugar otra partida a menos que tengas otro de estos comprado o que se acabe la batalla anterior. Es aquí cuando te das cuenta de que este juego no tiene nada que ver con otros del mismo estilo, y que, con el tiempo, tendrás que idear un plan.
Aun con todas, tu mejor aliado siempre será una buena cobertura y un punto de mira donde puedas permanecer quieto mientras la mira aumenta su precisión, aumentando las posibilidades de que tu disparo sea certero: como habrás comprobado en tu primera partida, el ir a lo loco y esperando que todos tus disparos den en el blanco os puede costar la victoria. Tómate las cosas con calma, busca un punto ciego y reza para que su blindaje no absorba el impacto.
Aumentar las probabilidades de ganar no dependen solo de tu desempeño en el campo: cada tanque tiene una tripulación, un equipamiento y un tipo de munición. así, puedes comprar extintores para cuando un disparo enemigo te deje en llamas, contratar a una tripulación más eficiente o, directamente, mejorar tu tanque ya sea comprando uno de su misma serie o mejorando tus características. Todo cuenta por cada disparo que recibas.
Espero que os haya servido para decidiros a probar este juego o, en lo contrario, identificaros con vuestros primeros pasos en este. Un saludo y espero veros, ya seamos del mismo bando o no.